lunes, 29 de abril de 2013

Binomio fantástico: la puerta del perro

BINOMIO FANTÁSTICO 




La puerta del perro

En un lugar de Granada vivía un perro con su dueña, que se llamaba Natalia.

Natalia era una muchacha que vivía sola desde hace ya varios años, pero no se sentía sola ya que tenía la compañía de su perrito, llamado Natillas.

Natillas era un perro muy juguetón y divertido, le encantaba salir a pasear, perseguir a las palomas, y jugar con los niños y niñas. La verdad, es que Natillas era su perrito feliz, pero Natalia estaba preocupada por su perrito. Natillas no controlaba su pipi, y ya había manchado muchas puertas:

-          ¡Natillas, otra vez no! – Dijo Natalia.

-          ¡Guau, guau, guau! – Contesto Natillas.

-          ¡Natillas, esto tiene que terminar ya esta actitud! -  Replicó Natalia.

Así, que Natalia decidió que tenía que terminar esta actitud de Natillas y ella misma se iba a encargar de ello. Intentó sacar más a menudo y más tiempo a su perrito, pero Natillas aunque no lo hacía tana a menudo, seguía haciéndose pipi en la puerta.

Natalia, ya desesperada, decidió hablar con una amiga que había tenido ese mismo problema.

-          Elena, no sé ya que hacer  con natillas, ya no es un cachorro y sigue haciéndose pipí con frecuencia. ¿Qué hiciste tú con tu perrita Magdalena? – Pregunto Natalia.

-          Aunque te resulte asombroso, desmarque la puerta y la baje a mi jardín y poco a poco entendió que no podía hacerse pipi. – Contesto Elena.

-          ¡Increíble, lo probare! – Contesto Natalia.

Natalia hizo todo lo que dijo Elena. Bajo su puerta al jardín y poco a poco Natillas comprendió que la puerta no era el lugar adecuado para hacer pipi, sino el jardín.

Y colorín colorado este cuento se ha acabado.

 

 

 
 

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